En la mitología, las perlas negras son consideradas como un símbolo de prosperidad y riqueza, mientras que en la metafísica son conocidas por sus propiedades purificantes y curativas - así que agregarlas a tu rutina diaria no te hará daño.
Al contener un nivel muy alto de aminoácidos (los componentes de las proteínas), reparan y refuerzan las células y los tejidos que estructuran y componen la piel
y la barrera cutánea, consiguiendo elasticidad, firmeza, volumen, arrugas suavizadas, luminosidad y en, general, un aspecto rejuvenecido.